Natalia Starr está que se sale. Una rubia polaca de 20 años, apenas llegada hace un año al mundo del fornicio frente a las cámaras. Con unas tetas naturales que rozan la perfección en cuanto a tamaño y proporción, un look púbico muy elegante, con esos pelillos castaños que le dan un morbo descomunal, Natalia Starr está rompiendo corazones a su paso por las compañías del porno. Bueno, rompiendo corazones y braguetas, que la chica ha empezado con ganas y se establece en la senda de las jovencitas que tienen mucho que aportar y que, de seguir los pasos adecuados en una industria en la que es difícil mantenerse al pie del cañón, podría hacer grandes cosas… O por lo menos transformar en grande las “cosas” que toque.
Por cierto, que si decimos que es una cerda muy limpia es por las guarreridas que hace en la ducha… Mira, mira y verás.
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